jueves, 22 de noviembre de 2018

La marea está cambiando: Israel está perdiendo en dos frentes de guerra



Middle East Monitor

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

 
Ante una de las casas destruidas en el ataque israelí del pasado 13 de noviembre
La calamitosa operación militar israelí contra la Franja de Gaza del pasado 12 de noviembre define el fracaso de Tel Aviv al utilizar a su ejército como herramienta para conseguir concesiones políticas de los palestinos.
Ahora que la resistencia popular palestina se ha globalizado a través del progreso exponencial y del éxito creciente del movimiento a favor del Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), el gobierno israelí está combatiendo en dos guerras desesperadas.
Tras el ataque contra Gaza, los palestinos respondieron con una lluvia de cohetes dirigidos hacia la frontera sur israelí y lanzaron una operación de precisión contra un autobús del ejército israelí. Mientras los palestinos organizaban una marcha para celebrar que el ejército israelí había salido de su asediado enclave, el frágil orden político en Israel, manejado desde hace mucho tiempo por el derechista primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, se estaba desmoronando rápidamente.
Dos días después del ataque contra Gaza, el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, renunció a su puesto en protesta por la “rendición” de Netanyahu ante la resistencia palestina. Los dirigentes israelíes están inmersos en una situación precaria. La violencia desenfrenada tiene un precio de condena internacional y una respuesta palestina cada vez más audaz y estratégica. Sin embargo, no enseñarle a Gaza su proverbial “lección” es considerado como un acto de rendición por parte de los oportunistas políticos israelíes.
Mientras Israel experimenta esas limitaciones en el campo de batalla tradicional, que anteriormente dominaba por completo, su guerra contra el movimiento BDS global es seguramente una batalla perdida. Israel tiene un historial pobre a la hora de enfrentar la movilización de la sociedad civil. A pesar de la vulnerabilidad de los palestinos que viven bajo la ocupación israelí, el gobierno y los militares israelíes tardaron siete largos años en pacificar la Intifada, el levantamiento popular de 1987. Y aún así, el jurado sigue aun deliberando qué fue lo que realmente terminó con la revuelta popular.
Debería aceptarse, desde luego, que una Intifada global es mucho más difícil de erradicar o incluso contener. Sin embargo, cuando Israel empezó a sentir el creciente peligro del BDS -lanzado oficialmente por la sociedad civil palestina en 2005-, respondió con la misma pauta superflua y previsible: arrestos, violencia y un torrente de leyes que penalizan la disidencia dentro del país, a la vez que desataba una campaña internacional de intimidación y difamación respecto a los activistas y organizaciones del boicot.
El constante ataque israelí contra Gaza – Viñeta de Sabaaneh/MiddleEastMonitor
Este enfoque consiguió escasos frutos , aparte de atraer más atención y solidaridad internacional hacia el BDS. Sin embargo, la guerra de Israel contra el movimiento dio un giro importante el año pasado cuando el gobierno de Netanyahu dedicó unos 72 millones de dólares a derrotar la campaña dirigida por la sociedad civil.
Al utilizar a l siempre bien dispuesto gobierno estadounidense p ara impulsar sus tácticas contra el BDS, Tel Aviv siente la seguridad de que sus esfuerzos contra el movimiento en EE. UU. han tenido un comienzo prometedor. Sin embargo, solo ha sido recientemente cuando Israel ha comenzado a formular un componente europeo más amplio en su estrategia global.
En una conferencia de dos días de duración celebrada en Bruselas a principios de este mes, los funcionarios israelíes y sus partidarios europeos desplegaron su campaña europea más amplia contra el BDS. Organizada por la Asociación Judía Europea (EJA, por sus siglas en inglés ) y el grupo de Asuntos Públicos de Israel y Europa (EIPA, por sus siglas en inglés ), la conferencia contó con el apoyo total del gobierno de Israel y con la presencia del derechista ministro israelí de Asuntos de Jerusalén Ze’ev Elkin.
Bajo el pretexto habitual de abordar el peligro del antisemitismo en Europa, los asistentes mezclaron deliberadamente racismo y cualquier crítica a Israel, su ocupación militar y la colonización de la tierra palestina. La conferencia anual de la EJA ha intensificado la manipulación por parte de Israel del término “antisemitismo” hasta un nivel completamente nuevo, redactando un texto que al parecer se presentará ante los posibles Miembros del Parlamento Europeo (MPE), a quienes exigirá su firma antes de que se presenten a las elecciones del próximo mes de mayo. Quienes no se muestren dispuestos a firmar -o, peor aún, aquellos que repudien la iniciativa israelí-, es muy probable que tengan que enfrentarse a acusaciones de racismo o antisemitismo.
Ciertamente, no era la primera conferencia de este tipo. La euforia anti-BDS que ha barrido Israel en los últimos años ha cosechado varias conferencias concurridas y apasionadas en hoteles de lujo, donde los funcionarios israelíes amenazaron abiertamente a activistas del BDS, como Omar Barghouti. Un alto funcionario israelí sentenció a Barghouti a un “asesinato civil” por su papel en la organización del movimiento durante una conferencia celebrada en Jerusalén en 2016.
En marzo de 2017, la Knesset israelí aprobó la prohibición de viajar anti-BDS, que exige que el ministro del Interior le niegue la entrada al país a cualquier extranjero que “haya emitido a sabiendas un llamamiento público a boicotear al Estado de Israel”. Desde que entró en vigencia la prohibición, muchos partidarios del BDS han sido detenidos, deportados y se les ha prohibido entrar en el país.
Aunque Israel ha demostrado su capacidad para impulsar a los egocéntricos políticos estadounidenses y europeos a apoyar su causa, no hay indicios de que el movimiento del BDS esté siendo sofocado o debilitado en manera alguna . Por el contrario, la estrategia de Israel ha provocado la ira de muchos activistas de la sociedad civil y de los grupos por los derechos civiles, indignados por su intento de subvertir la libertad de expresión en los países occidentales.
Recientemente, la Universidad de Leeds en el Reino Unido se ha unido a muchos otros campus en todo el mundo para desinvertir de Israel. La marea está, de hecho, cambiando.
Las d écadas de adoctrinamiento sionista han sido un fracaso, no solo a la hora de revertir la opinión pública, enormemente cambiante, sobre la lucha palestina por la libertad y los derechos, sino incluso en la preservación del sentimiento una vez sólido a favor de Israel entre los jóvenes judíos, especialmente en Estados Unidos. Sin embargo, para los partidarios del BDS, cada estrategia israelí ofrece una oportunidad para crear conciencia sobre los derechos de los palestinos y para movilizar a la sociedad civil en todo el mundo contra la ocupación y el racismo de Israel.
El éxito de BDS se atribuye a la razón misma por la cual Israel no puede contrarrestar sus esfuerzos: es un modelo disciplinado de resistencia popular civil basad o en el compromiso, el debate abierto y las opciones democráticas, fundamentado a su vez en el derecho internacional y humanitario.
Las “arcas de la guerra” acabarán agotándose , al igual que ninguna suma de dinero pudo salvar al régimen racista de l apartheid en Sudáfrica cuando se derrumbó hace décadas. No hace falta decir que 72 millones de dólares no van a cambiar el rumbo a favor del apartheid de Israel, ni tampoco el curso de la historia, que solo puede pertenecer a aquellas personas que son imparables cuando se trata de lograr su codiciada libertad.
Ramzy Baroud es periodista, escritor y director de The Palestine Chronicle. Su último libro es The Last Earth: A Palestinian Story  (Pluto Press, Londres, 2018). Baroud es doctor en Estudios Palestinos por la Universidad de Exeter y profesor no residente del Orfalea Center for Global and International Studies, Universidad de Santa Barbara, California.  
Fuente: https://www.middleeastmonitor.com/20181119-the-tide-is-turning-israel-is-losing-on-two-war-fronts/
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión.orgcomo fuente de la misma.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Los palestinos son tan dignos como los hijos de los sobrevivientes del Holocausto



Mondoweiss

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

 
Una familia palestina retrocede en el campamento de la Gran Marcha del Retorno después de que soldados israelíes dispararan contra la gente. (Foto: Mahmoud Abusalama)
Los reclamos legítimos de los palestinos continúan siendo silenciados a costa de sostener los mitos de Israel de ser el refugio seguro para los judíos del mundo y una democracia con el ejército más moral del mundo. Como si no fuésemos tan dignos de libertad, seguridad, justicia y dignidad como los hijos de los sobrevivientes del Holocausto.
Mientras escribo esto, recuerdo las muchas veces que tuve que sentarme en una sala donde los europeos discutían su profunda culpa por las atrocidades cometidas contra sus comunidades judías. Recuerdo los muchos momentos profundamente dolorosos en los que me sentí completamente invisible durante las discusiones sobre el racismo, el colonialismo, la justicia social y los derechos de los refugiados y migrantes; el latido acelerado de mi corazón que me invadió mientras innumerables recuerdos de terror y dolor afloraba; silenciaba un grito que buscaba desesperadamente una respuesta: ¿por qué no se siente culpa por nosotros cuando los países europeos alimentan y permiten más terrorismo israelí contra los palestinos? ¿O no contamos como personas? ¿Qué hay del problema de refugiados más antiguo de los palestinos en nuestra historia moderna?
Desearía poder sacudir la conciencia de las personas y enfrentarlas con un siglo de complicidad que, si reconocieran, tendrían un sentimiento de culpa abrumadora por los palestinos. La situación fue, es y seguirá siendo sombría hasta que se persiga una acción concreta para detener (no aliviar) estas graves injusticias que ocurren a la luz del día ante los ojos de todo el mundo desde hace 70 años de ocupación colonial israelí y apartheid.
Hasta entonces los perseguirán los deseos insatisfechos de nuestros abuelos que murieron mientras se aferraban hasta su último aliento a su derecho de regresar. Las vidas de los muchos pacientes que murieron a causa de una enfermedad menor debido a que barreras y puestos de control cerrados los perseguirán. Los sueños de nuestros hijos. Los gritos de las madres palestinas. Los años robados de nuestros presos políticos. Las fotos de todas nuestras víctimas, jóvenes y mayores. Las gotas de sangre que derramaron todas y cada una de las personas heridas. Las extremidades amputadas. Los olivos arrancados. Las casas demolidas. Los recuerdos conservados en cada uno de sus rincones. Las tierras desiertas. Los ojos insomnes que tanto esperaban un amanecer de libertad. Los cuerpos ejecutados que se dejaron sangrando hasta que quedaron vacíos de sangre. El cuerpo sin vida de Malak Rabah Abu Jazar, una niña palestina de Gaza a quien las olas del mar empujaron a las costas turcas después de un escape fallido de la prisión al aire libre de Gaza hacia una vida más segura. Todo esto les perseguirá e ignorarlo es nuestro peligro.
A lo largo de la valla de separación de Gaza, multitud de manifestantes aún se enfrentan a francotiradores israelíes que se esconden detrás de montículos de arena y en sus jeeps militares, avanzando y retrocediendo según el nivel de fuerza letal que Israel utiliza contra ellos. La Gran Marcha del Retorno continúa por su séptimo mes, con el campo repetidamente convertido en un traumático escenario de derramamiento de sangre y represión, todo documentado por noticias locales y personas en el terreno que quieren recordar al mundo las horribles injusticias que los palestinos soportan y presionan por un acción que podría llevarlo a su fin.
Mientras estas atrocidades continúan con impunidad, el discurso dominante de los medios de comunicación occidentales está convirtiendo estos horrendos eventos en un espectáculo que desvía la atención de la realidad injusta de que los palestinos viven sometidos a Israel y sus legítimos reclamos, y aún comienzan cada informe de noticias con una declaración militar israelí que justifica sus crímenes. Si los medios de comunicación lograron desensibilizarlo, solo recuerde que si acumula las lágrimas de todas las familias que están sufriendo, al menos un miembro muerto, mutilado o tirado en el mar, o encarcelado, esas inundaciones de lágrimas enterrarían la tierra debajo del mar.
A pesar de este proceso de deshumanización, demonización y pacificación de larga data y en curso, y la consiguiente intensificación de la represión israelí, los manifestantes no son disuadidos de regresar a la cerca. Para ellos, las opciones permanecen entre un infierno viviente o una muerte digna. Están desesperados para que el mundo sea testigo de la criminalidad de Israel. Expresan la urgencia de una solución política que no se limite a los contornos de Gaza y el levantamiento del sitio, de ahí la demanda del derecho de retorno.
Los palestinos también piden un liderazgo palestino competente que se base en esta inspiradora resistencia y sacrificio popular. Les piden que corrijan el camino que los acuerdos de paz de Oslo de 1993 marcaron con divisiones internas y la marginación de los problemas de la columna vertebral de nuestra lucha anticolonial por la autonomía delirante sobre los territorios con estructura de bantustanes (y el cual, en realidad, sirve a la ocupación israelí).
Los palestinos se sacrifican para recordar a los actores internos y externos que nuestra lucha anticolonial tiene que ver con la liberación, no con la independencia. Esta fue, es y seguirá siendo la naturaleza de nuestra lucha a pesar de las manos condenatorias que intentan redefinirla y distorsionarla.
Shahd Abusalama es estudiante de doctorado en cine palestino en la Universidad Sheffield Hallam, nacida y criada en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de Gaza, Palestina. Es una artista, activista, autora de Palestine del blog My Eyes y cofundadora de Hawiyya Dance Company, con sede en Londres. Twitter @ShahdAbusalama .
Fuente: https://mondoweiss.net/2018/10/palestinians-holocaust-survivors/
Esta traducción  se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.