Haaretz
Traducido del inglés para Rebelión por María Landi |
Israel está educando a generaciones de jóvenes para que actúen brutalmente contra otros seres humanos solo porque son palestinos.
¿Qué es lo
que están defendiendo? ¿Por qué están luchando? ¿En torno a qué se están
atrincherando ahora los israelíes, dirigiendo contra el mundo los
ataques fulminantes de políticos nacionalistas y medios populistas? Por
qué están cubriendo patrióticamente las banderas naranjas de Orange
con la bandera nacional azul y blanca? ¿Alguien ha preguntado por qué?
¿Por qué el boicot está comenzando a carcomer a Israel? ¿Será que todo
esto vale la pena?
Como de costumbre, hay preguntas que nadie
hace siquiera. Después de todo, el examen de conciencia es una clara
señal de debilidad. Y por eso se inventa una explicación que nos
absuelve de toda responsabilidad: el boicot cayó del cielo, es una
fuerza inexorable de odio hacia Israel, y la única manera de enfrentarla
es luchar contra ella.
Israel siempre tiene una batería de
respuestas sionistas adecuadas (y a veces violentas), pero siempre sobre
los efectos, nunca sobre las causas. Así fue con el terrorismo y así es
ahora con la postura mundial que el presidente de la Unión Sionista, el
parlamentario Isaac Herzog -entre todos los ultranacionalistas
israelíes- se apresuró a etiquetar con el ridículo término "terror de un
nuevo tipo" (en referencia a las declaraciones del Presidente de Orange S.A., Stephane Richard
). Nunca darnos por vencidos. Eso está bien, pero, ¿por qué? Estamos
luchando contra el boicot, pero ¿qué es lo que lo originó?
Israel está defendiendo la preservación del statu quo.
Está luchando contra el mundo entero para preservar la avanzada escuela
de brutalidad y crueldad en la que está enseñando a generaciones de
jóvenes a actuar brutalmente con otros seres humanos, ancianas y niños, a
tiranizarlos, ladrarlos, aplastarlos y humillarlos, solo porque son
palestinos.
Israel está defendiendo la continuación del
apartheid en el territorio ocupado donde viven dos pueblos, uno de ellos
sin ningún tipo de derechos.
Está defendiendo todo su sistema
de justificación: una combinación de relatos bíblicos, mesianismo y
victimismo, acompañados de mentiras.
Está defendiendo la
"Jerusalén unida", que no es más que un monstruo territorial donde
también existe la separación. Está luchando por su derecho a destruir la
Franja de Gaza todas las veces que se le antoje, a mantenerla como un
gueto y a ser el amo de la prisión más grande del mundo.
Los
israelíes están luchando por su derecho a continuar colonizando,
explotando y robando la tierra; a continuar violando el derecho
internacional que prohíbe la colonización y a continuar burlándose en la
cara del mundo entero, que no reconoce ni una sola de sus colonias.
Está defendiendo su derecho a disparar a niños que lanzan piedras y a
pescadores indefensos que buscan las migajas de su sustento frente a la
costa de Gaza; su derecho a seguir arrancando a la gente de sus camas en
medio de la noche en Cisjordania; a detener a cientos de personas sin
cargo ni juicio, a mantener presos políticos y a abusar de ellos.
Eso es lo que están protegiendo, eso es por lo que están luchando; por
una región a la que la mayoría de ellos no ha ido durante años y no le
importa lo que sucede allí y por mantener una conducta que aun para
algunos de ellos es vergonzosa.
Esos son los pecados y ese es
el castigo. ¿Alguien piensa que Israel puede continuar así sin ser
castigado, sin ser condenado al ostracismo? Y a decir verdad, ¿acaso
Israel no merece ser castigado? ¿No ha sido el mundo increíblemente
tolerante hasta ahora?
Ya sea Orange o Soda Stream, el boicot
académico o el boicot cultural, todos son castigos leves. Las sanciones
van a agravarse mientras Israel se niegue a sacar las conclusiones
necesarias.
Contrariamente a los intentos de Israel y del establishment judío de desviar la discusión, el meollo de ella no es el antisemitismo : es la ocupación. Esa es la fuente de la deslegitimación.
El país puede luchar contra la posición del mundo entero. Puede
defender sus derechos (que no son sus derechos) y pensar que está
luchando por su supervivencia.
Pero, ¿los israelíes saben lo
que están defendiendo, lo que no están dispuestos a ceder? ¿Será que
todo eso vale la pena para ellos? Esa discusión ni siquiera ha comenzado
por aquí.
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