ROY CHADERTON* – Mi sensibilidad y solidaridad ante el
sufrimiento histórico del pueblo judío comenzó de niño en mi propia casa
cuando me contaban los horrores del nazismo en la Segunda Guerra
Mundial.
Durante mi adolescencia, ese sentimiento se consolidó. Estudié
mucho sobre el tema y con ojos desprevenidos e inocentes leí novelas de
Leon Uris, entre ellas, “Mila 18”, cuyo título corresponde a la
dirección del Cuartel General de la Insurrección de los judíos polacos
contra el opresor nazi en el guetto de Varsovia (irónico: Mila en polaco
se pronuncia /miua/ que significa simpática). Mi carrera diplomática
comenzٕó en Polonia y allí, en Mila 18, hay un monumento ante el cual se
arrodilló en los años setenta el Canciller Federal alemán Willy Brandt,
como pidiendo perdón por los crímenes de las SS y La Gestapo.
Hoy Gaza parece una repetición desgraciada de la historia. Hasta
1492, convivían en España judíos, cristianos y musulmanes, fue un sueño
de tolerancia frustrado por los reyes Isabel “La Católica” y Fernando de
Aragón. Entonces, los moros fueron derrotados militarmente después de
800 años en España y los judíos arrancados de sus hogares después de
1300 años y expulsados a la diáspora, pero en su desgracia encontraron
protección en los países musulmanes del Cercano y Medio Oriente.
En 1948, los palestinos fueron echados de sus tierras por los israelitas, ¿¿!! Castigados por los crímenes nazis !!??
En Polonia, visité el campo de concentración de Auschwitz, un museo
del horror, macabro. Recorrí galpón tras galpón; en uno, un depósito de
maletas de las miles y miles de víctimas, con las etiquetas y marcas de
sus lugares de origen; pasé a otro galpón, el depósito de anteojos y me
conmoví, luego al siguiente, atiborrado de prótesis y mi alma asaltada
por el horror pero, finalmente, en el último galpón, estallé en lágrimas
al entrar al depósito de juguetes y ropas de niños; entonces me dije:
¡NUNCA MÁS!.
Meditando sobre Gaza, una visión horrible sobre el sufrimiento del
pueblo palestino viene a mí. Al ver las imágenes de niños descuartizados
por la metralla israelita o sobrevivientes mutilados o desfigurados por
el implacable invasor habría que preguntarse si los sicópatas
militaristas de Israel, causantes de terremotos ininterrumpidos, los de
los drones y el fósforo blanco contra la población civil, escuelas,
refugios y hospitales palestinos están igualando en crueldad a los
genocidas que causaron el holocausto judío. Es así que en este agosto
del 2014 no puedo derramar menos lágrimas por los niños palestinos que
las que derramé antes por los niños de Auschwitz.
¿A quién se le podría haber ocurrido que la élite militarista de
Israel iba a estar ejecutando estrategias de pogroms, de diáspora, de
ghettos, de exterminio y de solución final contra un pueblo inocente que
es su hermano desde los tiempos bíblicos? Eso clama la ira de Dios,
pero también nos hace llamar a todos los judíos del mundo a protestar y
levantarse contra los monstruos que gobiernan el Estado de Israel.
La historia del pueblo judío en retrospectiva nos lo muestra
solidario siempre con las causas más progresistas.. Karl Marx, Rosa
Luxemburgo, León Trotski, Hannah Arendt , Irving Berlin, los mártires
judíos en la lucha por los derechos civiles en Los Estados Unidos o
contra las dictaduras militares de Sur América, Albert Einstein, el
Premio Nobel Joseph E. Stiglitz, Noam Chomsky, Oliver Stone, Woody
Allen, Jacobo Timmerman, Ariel Dorfman, Steven Spielberg, Sigmund Freud,
entre tantos, son algunos de los héroes o genios que ha dado el pueblo
judío a la humanidad; por eso tenemos que denunciar los recurrentes
crímenes de desprecio racial o cultural cometidos por los gobiernos de
Israel; razón para confiar en que más temprano que tarde nuestros
propios hermanos judíos torcerán el brazo de los asesinos que hoy matan
en su nombre.
* Socialista-Cristiano, Roy Chaderton Matos (nació el 17 de agosto de 1942) político, abogado y diplomático venezolano, graduado de Abogado en la Universidad Central de Venezuela, actualmente es Embajador Representante Permanente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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