La amenaza de muerte y asfixia económica, la guerra indefinida, la muerte de los niños y jóvenes, el robo de tierras ajenas, la explotación del trabajo, el racismo, la segregación y la perpetua desestabilización del Medio Oriente son las verdaderas razones que justifican la existencia de Israel y, al mismo tiempo, la esencia de aquel Estado y la naturaleza del sionismo. En efecto, se trata de una sociedad enferma regida por un Estado terrorista y desquiciado.
Esta vez el tono de las amenazas sionistas pretendió intimidar al Líbano.
En medio de una serie de provocaciones llevadas a cabo por las fuerzas
israelíes en el Sur del Líbano, y de contundentes declaraciones de la
resistencia libanesa, el ministro de Transporte sionista, Israel Katz,
amenazó con arrasar al Líbano. “Vamos a volver a la “Edad de Piedra” y
enterrar a Nasrallah debajo de las rocas", dijo el funcionario sionista [1].
La última vez que un alto funcionario de un gobierno amenazó a otro
país con destruirlo fue en 1991, cuando el entonces Secretario de Estado
de EE.UU., James Baker, prometió que las fuerzas de su país
“regresarían a Irak a la Edad de Piedra”.
Los deseos de Baker,
que eran los mismos del lobby sionistas y de los lobby´s armamentistas,
así como también de todos los neoconservadores dirigidos por George W.
Bush, se cumplieron.
Irak fue completamente destruida luego de
la invasión estadounidense en 2003 y más de 1.5 millones de iraquíes
(hombres, mujeres, ancianos y niños) fueron asesinados o desaparecidos
por las horrendas operaciones militares orquestadas por las fuerzas de
la coalición liderizada por EE.UU. La OTAN había salido nuevamente de su
espacio natural (Europa) para acompañar al plan estadounidense en la
región y asegurar su botín de guerra. Hoy miles de iraquíes siguen
muriendo por la falta de insumos médicos y otras enfermedades
relacionadas con las armas (uranio empobrecido) utilizadas por las
fuerzas invasoras [2].
Sin embargo, el pueblo iraquí
continuó la resistencia, y las fuerzas estadounidenses se vieron
obligadas a retirarse en 2011, aunque hoy han regresado a Irak bajo la
excusa de combatir a sus propios engendros del Emirato Islámico (también
llamado Daesh o ISIL) creados por la CIA.
Pero los tiempos y
las relaciones de fuerza han cambiado mucho en los últimos años. Tanto
Israel como EE.UU saben que el sueño de destruir al Líbano podría
convertirse en la más cruel, o la peor pesadilla para los propios
israelíes, y un duro golpe o pérdida de los intereses estadounidenses en
aquella región. Llevar al Líbano a la “Edad de las Piedras” es un sueño
imposible de realizar, a no ser que la locura mesiánica se apodere
completamente de Israel y arrastre a EE.UU. a un callejón oscuro y sin
salida en toda la región.
En su más reciente discurso, el líder
del movimiento de resistencia libanesa Hezballah, Sayyed Hassan
Nasrallah, manifestó que sus fuerzas y las fuerzas de todo el Líbano
están preparadas para devolver semejante poder de fuego y destruir a la
entidad sionista.
“Deberéis cerrar todos vuestros aeropuertos y
vuestros puertos porque no hay lugar en la tierra ocupada de Palestina
que los misiles de la Resistencia no puedan alcanzar” [3], señaló Nasrallah.
El líder de Hezbollah reconoció que el poder de disuasión de la
resistencia es lo que está impidiendo una nueva guerra contra el Líbano.
La última agresión israelí contra Gaza, la operación militar
"Margen Protector", que puso a prueba el sistema de defensa antimisiles
israelí denominado “Cúpula de Hierro”, terminó siendo un desastre. Los
ataques masivos de misiles artesanales Kassam lanzados en respuesta a la
agresión desde los territorios palestinos despejaron las dudas sobre la
eficiencia económica y combativa de los misiles interceptores israelíes
que apenas lograron cortar el paso a tan solo un 30% de los mismos [4].
Los más sensatos en Israel y en EE.UU. comprenden que no
pueden seguir jugando con fuego en la región; saben que Hezballah, al
contrario de Hamas, cuenta con un importante arsenal misilistico de
tecnología avanzada y alto poder destructivo, capaz de propinar un daño
semejante a Israel. Sus servicios de inteligencia están conscientes que
los mismos fueron suministrados al Líbano por la astuta y avanzada
República Islámica de Irán como medio para disuadir a Israel y evitar
futuras agresiones sionistas.
Además del incondicional apoyo
iraní, la resistencia Libanesa cuenta también con el apoyo de otras
potencias mundiales. Es el caso de Rusia.
El viceministro de
Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, había señalado que Moscú está
dispuesto a trabajar junto a Hezballah por el interés de la seguridad
del Líbano y de la región.
Según el responsable ruso, Rusia ve
en Hezballah como una fuerza política eficaz y fundamental en el Líbano.
“Rusia está dispuesta a reforzar su cooperación económica y militar con
el Líbano y a apoyarle políticamente en las circunstancias regionales
actuales” [5].
Tanto los sionistas como los belicistas
estadounidenses saben que su locura provocaría que toda la región arda
en llamas, incluyendo a Israel. Y que todos, sin excepción, volverían a
la “Edad de las Piedras” en caso que decidan bombardear directamente a
las fuerzas del Estado sirio y hacer lo mismo en Líbano.
La
región entera se levantaría en armas, y el poderoso Irán también se
vería directamente envuelto en una hipotética guerra de carácter
regional que podría traspasar aquellas fronteras.
Una guerra de
grandes proporciones en el Medio Oriente provocada por Israel haría
intervenir a otra potencia nuclear como Rusia y al gigante asiático que
poseen grandes intereses en la región, y por ende, no pueden quedarse al
margen. La locura sionista acabaría con todos, incluyéndolos a ellos
mismos, y podría en juego los intereses económicos y geopolíticos
estadounidenses en la región. Europa y EE.UU. que también enfrentan la
crisis capitalista no pueden siquiera imaginar una guerra de ese
carácter.
El desenlace de la locura sionista sería
impredecible. Sin embargo, los más fundamentalistas sionistas prefieren
seguir fanfarroneando con las amenazas de regresar al Líbano a la “Edad
de las Piedras”, lo que devela la mentalidad cavernícola de quienes
realmente desean regresar a su época dorada.
Fuentes:
[1] Israel amenaza al Líbano con devolverla a la “Edad de las Piedras”
[2] EE.UU. habría usado Uranio empobrecido en Irak
[3] Israel tendrá que cerrar sus aeropuertos
[4] dudosa eficiencia del escudo antimisiles israelí
[5] Hezballah aliado natural de Rusia
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